Pasado el ecuador del 2016 podemos afirmar que este es un buen momento para comprar un piso. A principios de año ya se anticiparon los buenos augurios para el sector del ladrillo con datos como el facilitado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el que se mostraba un incremento en las ventas de inmuebles del 7’3% sólo durante el mes de enero. A día de hoy esos números han ido ‘in crescendo’ asentando dicha previsión. Pero, ¿cuáles son los motivos que confirman esta tendencia? Te los enumeramos a continuación.
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Los precios están subiendo.
La tendencia alcista de los costes de la vivienda es una realidad, pero esta difiere según las zonas. En las grandes urbes como Madrid y Barcelona los precios han crecido considerablemente, mientras que en las periferias y pueblos el aumento ha sido más leve. También depende de si se trata de un piso de obra nueva o de uno de segunda mano, los primeros han experimentado una subida superior a los apartamentos usados. Algunos expertos durante los primeros meses del año auguraban una crecida mayor, pero la situación política del país, con nuevas elecciones de por medio, ha frenado esta escalada.
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La financiación es más accesible.
Los bancos han aflojado la cuerda con respecto al acceso al crédito. Ya ha pasado la época de pánico y parece que poco a poco las cosas vuelven a la normalidad. Así que los bancos han optado por ser más flexibles e, incluso, son ellos mismos los que buscan a los clientes para ofrecerles financiación. Aún así, siguen existiendo unos requisitos mínimos para poder acceder a una hipoteca: un ahorro del 20% del valor total de la propiedad, que la cuota mensual no suponga más del 35% de los ingresos del demandante, y un aumento en el pago de intereses debido a los niveles negativos en los que se encuentra el Euribor.
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Más facilidades de compra para los jóvenes.
Los más interesados en poder acceder a una vivienda son los jóvenes que se encuentran en un rango de edad entre los 25 y los 35 años. La notable bajada de precios que se produjo durante los años de crisis ha derivado en que en la actualidad exista un gran abanico de precios y, por lo tanto, una amplia oferta que se adapta tanto a rentas medias como altas. Además, el ligero crecimiento del empleo y la mayor estabilidad de los puestos de trabajo son factores que también contribuyen a que las personas más jóvenes puedan optar a comprarse una casa. A pesar de todo, los bancos y entidades financieras siguen siendo bastante exigentes con estos perfiles de compradores y les demandan unos ingresos mensuales en torno a los 1.600 euros.
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El aumento de la oferta de nueva construcción.
Si te paseas por los alrededores de tu ciudad seguro que te das cuenta de que las grúas han invadido de nuevo la periferia. Este es un síntoma de que la industria inmobiliaria se está recuperando, pues se estima que en 2016 se tramiten 100.000 visados para la construcción de nuevas viviendas. Este tipo de inmuebles están sobre todo dirigidos a inversores y promotores, ya que la falta de buen suelo favorece los procesos especulativos. Las viviendas de obra nueva suelen presentar precios bastante más elevados que las de segunda mano, por lo que solo las rentas medias y altas podrán acceder a ellas.
Esto en cuanto a lo que se refiere a la vivienda habitual, ya que las segundas residencias o las casas vacacionales presentan otras particularidades. Aunque estos procesos de compra son ligeramente distintos, también es un buen momento para comprar pisos en el litoral español. Zonas turísticas como la Costa Brava o la Costa Blanca son destinos muy deseados por los españoles para pasar sus vacaciones. Las viviendas en estas áreas sufrieron una consistente caída de precios durante los años de la crisis inmobiliaria, pero en la actualidad se están recuperando a un ritmo más acelerado que la media.
Por ello, el momento adecuado para comprar una segunda residencia junto al mar es el actual, porque los precios están empezando a crecer pero todavía no se han disparado. Apartamentos con vistas al mar, adosados en urbanizaciones residenciales o villas en parcelas privadas son las opciones más apetecibles de este mercado que comienza a moverse de nuevo. Si estás interesado en hacerte con uno de estos inmuebles, lo mejor es que consultes a una inmobiliaria de la zona en la que te interese adquirir la casa, ya que ellos son los que mejor conocen el terreno.
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