Si todavía no tienes plan para este verano, te ofrecemos un recorrido con multitud de sitios para ir de vacaciones en familia por la Costa Blanca.
Baleares, Canarias, el sur de España… Son lugares típicos de verano que, pese a tener mucho encanto, suelen estar muy masificados. Muchas personas se encuentran en estas fechas ante la tesitura de elegir un destino para ir de vacaciones. El Covid-19 nos ha hecho más reticentes a viajes lejanos, así que la movilidad interior por España será la protagonista de las vacaciones para muchas familias.
A la hora de decidir un sitio, buscamos que satisfaga todos nuestros requisitos: que sea bonito, que tenga buen ambiente, que guste a niños y mayores, que ofrezca muchos planes, que haga buen tiempo, etc. Si te encuentras en esta situación, estás de suerte, porque tenemos el lugar ideal si esas son tus condiciones.
El destino de la Costa Blanca es uno de los mejores para ir de vacaciones en familia porque ofrece planes tanto para mayores como para pequeños. Pueblos tan fascinantes como Altea, Jávea y Calpe compiten con la majestuosidad de ciudades como Benidorm, Elche y Alicante. Todo ello a lo largo de 244 kilómetros de litoral que esconde los mejores secretos de la costa española. ¿Te pica la curiosidad? Acompáñanos en este viaje por la Costa Blanca y descubre todo lo que tiene preparado para ti.
Costa Blanca, el tesoro del Mediterráneo
Desde Dénia hasta Pilar de la Horadada se extiende esta zona que se caracteriza por las numerosas horas de sol, la simpatía de sus gentes y la calidad de vida que allí se disfruta. Es difícil destacar un único lugar de la Costa Blanca, pues existen muchísimos municipios y rincones que merece la pena descubrir.
Dénia, Jávea y Moraira
Empezando por el norte, la primera población con la que uno se topa es Dénia, una localidad dominada por la imponente imagen de un castillo medieval que se alza sobre un pequeño monte. Allí se puede disfrutar desde las playas y calas que la rodean hasta la excelente gastronomía liderada por la gamba roja autóctona.
Abandonamos este municipio y descendemos hacia el sur. Los siguientes pueblos que vienen son Jávea y Moraira, ambas idílicas poblaciones perfectas para desconectar y disfrutar de sus conocidas calas como Ambolo, El Portet y Granadella. Pero el gran atractivo lo encontramos un poco más abajo, en la localidad de Calpe, uno de los centros neurálgicos de la Costa Blanca.
Calpe, Altea y Benidorm
Calpe es el destino de vacaciones en la Costa Blanca por excelencia para miles de españoles, así que no es de extrañar que allí se respire un ambiente muy familiar. Conocer Calpe de cerca significa enamorarse al instante de este pueblo de origen pesquero que se ha convertido en un gran referente alicantino. El Peñón de Ifach, las Salinas y sus dos espléndidas playas (Levante-La Fossa y El Arenal-Bol) son sus principales reclamos.
Continuamos descendiendo en esta particular ruta por la Costa Blanca donde topamos primero con Altea, un tranquilo pueblo de preciosas casas blancas y calles estrechas y empedradas que es el refugio de muchos valencianos y alicantinos en época estival. Posteriormente llegamos a la gran ciudad de la comarca: Benidorm. Poco hay que descubrir a estas alturas del referente por excelencia de Alicante. Benidorm es sinónimo de fiesta, sol y buen ambiente, y lo más curioso de todo es que satisface a todos los grupos sociales (jóvenes, mayores, familias con niños, parejas…).
Alicante, Torrevieja y Pilar de la Horadada
De Benidorm nos desplazamos hasta la capital de la provincia, Alicante. Allí el tiempo libre brillará por su ausencia de tantas cosas que hay por hacer: visitar el Castillo de Santa Bárbara, el singular barrio de Santa Cruz, el Paseo de la Explanada, la Playa del Postiguet, etc. Además, desde Alicante se puede coger un barco para ir a conocer la mítica Isla de Tabarca a 22 kilómetros de distancia. También salen barcos desde Santa Pola, un pueblo a unos 20 kilómetros de la capital que se caracteriza por sus famosas salinas y la bonita playa del Carabassí.
Casi en el extremo sur encontramos los dos últimos municipios que conforman la Costa Blanca: Torrevieja y Pilar de la Horadada. El primero de ellos es un lugar eminentemente turístico, característico por la gran cantidad de extranjeros que se refugian allí durante gran parte del año. Rusos, alemanes, británicos y suecos habitan en los meses más fríos en esta población costera que ofrece agradables temperaturas a lo largo de todo el año.
Pilar de la Horadada es un término colindante con la región de Murcia y, por lo tanto, el que da fin a la Costa Blanca. Es una localidad tranquila en la que no se da tanta afluencia de gente como en otros municipios, pero que mantiene los mismos atractivos que el resto: mar, gran clima, excelente gastronomía, naturaleza y ambiente agradable. El monumento más destacado del pueblo que hay que visitar es la Torre Vigía, también llamada Torre de la Horadada, que se encuentra a orillas del mar.
Tras este breve recorrido por los municipios que conforman el litoral alicantino seguro que ya has elegido un destino de vacaciones en la Costa Blanca para ir en familia, así que sólo te queda encontrar un apartamento y convertirlo en tu casa, para disfrutar de todo el encanto de estas tierras. ¡Bienvenidos a la Costa Blanca!